Un puesto en el desfile
Este año, en el desfile del día de la Fiesta Nacional de España, el 12 de octubre, nuestra Hermandad estuvo representada por el Vicepresidente, Santiago Santos que ocupó una de las plazas destinadas a las Hermandades de Veteranos en uno de los vehículos militares habilitados al efecto. Hace sesenta y un años, en el entonces denominado Desfile de la Victoria, también desfiló como soldado del Batallón de Infantería del Ministerio del Ejército, pero en aquella ocasión lo hizo montado en una bicicleta.
En años anteriores, cada uno de estos vehículos estaba ocupado por los miembros de una Hermandad concreta, enarbolando su propio guion. Este año, en algunos casos, han tenido que compartir el mismo espacio los miembros de diferentes Hermandades o Asociaciones.
El Presidente de la Delegación en Madrid de la Real Hermandad de Veteranos de las FF. AA. y la Guardia Civil había ofrecido a nuestro Presidente, Enrique Botella, entendemos que cumpliendo con un principio protocolario, un puesto en el desfile y éste ha delegado en el Vicepresidente.
Evidentemente, y aparte de otras consideraciones, ha sido este gesto un innegable acto de justicia porque, después de tantos años en los que nuestra Hermandad ni participaba ni estaba representada ni en este desfile ni en el del Día de la Fuerzas Armadas, el Vicepresidente era la persona más indicada para asumir este honor.
En la actualidad nuestra Hermandad cuenta con ciento diez asociados activos, entre los que se cuentan dos generales, numerosos coroneles, tenientes coroneles, comandantes y otros grados del Ejército. Pero hace más de seis años, cuando Santiago Santos, con tenacidad e ilusión emprendió la tarea de fundar la Hermandad -que es una Asociación civil- sólo éramos otros tres “guripas” los que estábamos a su lado, a veces con más entusiasmo que medios. Entonces no había en la incipiente Hermandad generales, ni coroneles ni siquiera un sargento. Quien nos apoyó desde el primer momento con una ayuda inestimable fue el entonces Coronel Jefe del Regimiento, el Coronel José Javier Fabón Zurita.
Quienes hoy se incorporan a la Hermandad se encuentran con una entidad viva y dinámica y mucho camino andado, hace seis años no había nada. Santiago Santos partió de cero, creando unas estructuras, que en buena medida se siguen manteniendo actualmente gracias a su dedicación, llevando a cabo numerosas y en ocasiones difíciles gestiones en los organismos oficiales y hasta elaborando los estatutos y el reglamento de la Hermandad.
Evidentemente, a muchos, quizá a todos, nos hubiera gustado participar en este desfile del Día de la Fiesta Nacional, como nos hizo ilusión desfilar por el Paseo de la Castellana, a pie como buenos infantes, hace ya varias décadas. Pero hoy ese privilegio le correspondía, en justicia como ya se ha señalado, a una persona.
Quizá sólo los que hemos tomado parte en algún desfile en una fecha tan señalada como ésta somos capaces de comprender y experimentar lo que se siente. Una emoción infinita nos embarga y nos mostramos inquietos desde varias fechas antes.
La presencia en uno de estos desfiles supone un orgullo y un honor que no admiten comparación con otras actividades en las que se pueda intervenir. Y las motivaciones para desfilar en estas ocasiones no son ni deben de ser comparables con las que puedan dar lugar a participar en otro tipo de actos como, por ejemplo, eventos deportivos, académicos o penitenciales en alguna celebración religiosa. Cada uno tiene su razón de ser y sería una torpeza equipararlos o confundirlos.
Así, pues, pensemos en si debemos de identificarnos con quien, por méritos propios, nos ha representado a los miembros de la Hermandad en este desfile y en una fecha tan significativa para quienes sentimos a España, la Hispanidad y el Ejército.
Y confiemos en que en el desfile del próximo año podamos contar con un vehículo exclusivamente para nuestra Hermandad. Empeño estamos poniendo para merecerlo.
12 de octubre de 2023
Gerardo Hernández