VI ASAMBLEA GENERAL

LOS VETERANOS DEL "INMEMORIAL DEL REY" Nº 1, CELEBRAN SU VI ASAMBLEA GENERAL

 

Cada vez más unidos

 En un ambiente de especial camaradería, unidos por el indestructible eslabón de las raíces castrenses comunes y el noble sentimiento de pertenencia a un grupo tan cohesionado y nutrido, se celebró el miércoles 10 de marzo la VI Asamblea General Ordinaria de la Hermandad de Veteranos del Regimiento de Infantería «Inmemorial del Rey» nº 1, del Cuartel General del Ejército, que reunió a medio centenar de asociados en la residencia militar «El Alcázar», sita en la calle Diego de León, en la que tuvo lugar la anterior asamblea general.

 En la cumbre de tan especial congregación de notables se situó la junta directiva, con el presidente a la cabeza: el coronel de artillería Enrique Manuel Botella García-Lastra. Junto a él, el vicepresidente Santiago Santos Sánchez, profesor y director de programas EOI; el secretario Gerardo Hernández Rodríguez, Dr. en Sociología y profesor UDC; el tesorero Ricardo Daura Agudín, economista y abogado; y los vocales: general de brigada Juan Bosco Valentín-Gamazo de Cárdenas; coronel Pedro Trevilla Guerrero; comandante Francisco Carpena Pérez y comandante Manuel Retama Cabezas. Y con ellos como invitado, el teniente coronel Antonio Rueda Caballero.

 

«¡No vueles solo!»

 Después de la verificación del nombre y número de los asistentes, siguiendo el protocolario orden del día preestablecido, abrió la asamblea el presidente con unas breves palabras de bienvenida y agradecimiento, en las que resumió su primer año de andadura presidencial. Por parte del secretario Hernández se procedió a la lectura y aprobación del acta de la asamblea anterior, al informe de altas y bajas y al resumen de las actividades realizadas, centradas en la asistencia a los izados de bandera en la plaza de Colón, a los relevos de la guardia en el Palacio de Buenavista, a las juras de bandera, al concierto de Navidad, a los desfiles del 12 de octubre, el Día de las Fuerzas Armadas y el Día Nacional del Veterano, y la celebración de la Patrona de Infantería; además de periódicas visitas corporativas y culturales.

 El visto bueno de las cuentas anuales del año 2023 fue el siguiente asunto a tratar, en este caso por el tesorero Daura, junto a la aprobación de los presupuestos para 2024, que explicó pormenorizadamente con sus malabarismos numéricos. Intervino a continuación el vicepresidente Santos para recordar las normas de participación de la Hermandad en los actos en los que sea requerida su presencia, ya mencionados por el secretario. Apoyándose gráficamente en imágenes proyectadas y en un discurso animoso y cargado de connotaciones metafóricas sobre el compañerismo, Santos apeló a la necesidad del buen sentido de permanecer todos unidos animándonos unos a otros –«una palabra de aliento produce grandes resultados», dijo–, y alineados con el mando, en este caso la junta directiva, evitando las tentaciones de la singularidad, que sólo pueden perjudicar al colectivo.

 «Cuando compartimos una misma dirección y tenemos sentido de comunidad podemos llegar a donde queramos», dijo Santos, quien animó a los presentes a fijarse en la fauna: «Aprendamos de las aves, que vuelan en formación Delta, de modo que toda la bandada aumenta su poder de vuelo en un 71%». Concluyó su disertación con un mensaje de optimismo: «ayudándonos y acompañándonos en los momentos difíciles, haremos grandes cosas». En la despedida, sacó un consejo del crisol donde ha fraguado su propia experiencia y su labor como fundador de la Hermandad, y lo lanzó a la expectante audiencia: «¡No vueles solo!».

 

Antonio Rueda, nuevo vocal

 A continuación, se procedió a la elección de un nuevo vocal de la Junta Directiva, Antonio Rueda Caballero, que, tras el cierre de la asamblea, mientras el secretario Gerardo Hernández repartía la insignia con el escudo de la Hermandad, se encargó de gestionar la entrega de las placas de identificación personal para su uso en el uniforme de la Hermandad, que es la misma que utiliza el personal militar en su uniformidad reglamentaria. Además, a petición de algunos compañeros, el teniente coronel firmó ejemplares de su biografía, escrita hace diez años y titulada «Cuando fui soldado», en la que repasa su trayectoria militar a lo largo de medio siglo de servicio al Ejército.

 «Cuando fui soldado» es una obra cuajada de vivencias, aventuras y testimonios de la azarosa, dura y emocionante vida de un militar profesional destinado en distintas unidades del Ejército español, algunas de élite, comprometido con su deber y preocupado siempre por hacer las cosas bien, por su formación continua y por servir fielmente a España. Un libro extraordinario y de gratificante lectura, sin duda alguna.

 

Nos sobran agallas

 Intervino de nuevo el presidente Enrique Botella para señalar la propuesta de actividades de la junta y acabó la concurrida reunión con el colofón de los ruegos y preguntas, lo que dio paso a que el presidente levantara la sesión e invitara al piscolabis previo al almuerzo previsto, al que se incorporaron algunas autoridades y los asistentes que por distintas circunstancias no llegaron a tiempo para participar en la asamblea.

 La comida de hermandad transcurrió en un clima de sana campechanía y estuvo muy animada. El menú, con varios entrantes y el postre establecidos, y el plato principal a elegir por cada comensal entre carne y pescado, satisfizo a todos; si bien, la mayoría se decantó por el solomillo, algo muy razonable considerando que, sencilla y humildemente, los veteranos del Inmemorial vamos sobrados de agallas.

 Con el aderezo final del chupito, el coronel Botella presentó a algunos de los componentes de la mesa presidencial, como el coronel Jesús Dávila Wesolowski, socio de honor de la Hermandad, que es el veterano de los veteranos, y Enrique Domínguez Sánchez, anterior coronel jefe del Regimiento. En representación del coronel jefe actual, Pedro Bello Acevedo, que no pudo asistir, acudieron el teniente coronel José María Marcos, que dirigió a los presentes unas palabras de agradecimiento y respaldo para seguir la senda trazada, y el suboficial mayor Pedro Merchán. Junto a ellos, ocupaban la mesa los generales Viñe y Valentín-Gamazo, el coronel Trevilla, el vicepresidente Santiago Santos y el secretario Gerardo Hernández.

 

Vivas a España y al Rey

 El colofón a la asamblea lo puso el brindis dictado, desde la sencillez de sus palabras y su pedestal nonagenario, por nuestro querido coronel Jesús Dávila, que elevó su copa para que todos unidos aclamáramos a España, al Rey y al Inmemorial. El grito unánime, grave, cerrado, comprometido y emocionado sonó como un seco y certero estampido en la caja de resonancia del salón Mudéjar del hotel, y debieron escucharlo hasta los guardiaciviles que protegen el perímetro blindado de la Embajada de los Estados Unidos, en la vecina calle Serrano. «Estos son mis hombres», debió pensar con orgullo el coronel Botella, que preside la Hermandad.

 Enhorabuena y gracias hemos de dar los asistentes a los organizadores que con tanto esfuerzo como inquebrantable voluntad han convocado este tinglado memorable en el que todos disfrutamos de la mutua y grata compañía de hombres libres, sabios y patriotas unidos por el orgullo de formar parte de un cuerpo militar de tan dilatada historia como valores representa, que hoy está a la cabeza de la élite del Ejército español. Su ilustre nombre no tiene parangón y es sinónimo de valor, tradición y lealtad a la Corona: Regimiento de Infantería «Inmemorial del Rey» nº 1, alias «El Freno». Su lema es su fortuna: «¡Por España y por el Rey, adelante Inmemorial!». Ahí es nada.

 

Primitivo Fajardo (12-04-2024) 


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